Jugando con los números

 Como maestros/as de infantil sabemos, que el acercamiento del niño/a a los aspectos lógico-matemáticos es un objetivo que viene marcado, de una u otra forma, en nuestra legislación curricular. Y no viene marcado porque sí, porque toque o porque a alguna cabeza pensante se le haya encendido la bombilla, sino porque la lógico-matemática es una de las herramientas más poderosas que tenemos los seres humanos de comprender el mundo que nos rodea.

Está claro que las matemáticas rodean al niño/a desde el momento en que nace, desde el momento en que empieza a observar las cualidades de los objetos, a establecer relaciones entre ellos, a apilar construcciones, a alinear muñecos, a contar los escalones que tiene que subir para llegar a su casa… las matemáticas rodean al niño/a cuando va a la compra en familia, cuando ayuda a poner la mesa, cuando observa los programas de la lavadora.

Pero la gran pregunta que me hago, y no ahora, sino desde que empecé mi travesía docente, es la siguiente… ¿por qué la gran mayoría de la Humanidad, al menos en su etapa escolar, han aborrecido las matemáticas?, ¿por qué no nos cansaremos de oír a los escolares que las matemáticas son muy difíciles?, ¿por qué seguimos pensando que es una materia aburrida?

Quizás todo sea cuestión de planteamiento… Por todos es sabido que el niño/a no necesita aprender, necesita comprender y, para ello, se hace necesario que mire, que observe, que escuche, que toque, que manipule… El niño/a necesita comprender el mundo que le rodea manipulando, experimentando y vivenciando.

Por ello, si cambiamos nuestro planteamiento como docentes y empezamos a darle importancia a los objetos y situaciones cotidianas, a las posibilidades reales de nuestro alumnado y a su necesidad de juego, exploración, manipulación y verbalización, es muy posible que no sientan las matemáticas como algo tedioso, sino como una oportunidad más de jugar, de descubrir y de compartir.

Equivalencia entre conjuntos

LA MALDICIÓN DE LAS FICHAS

He aquí otro de los grandes problemas que, en mi opinión, se ve con demasiada frecuencia en las aulas de infantil… ¡¡la obsesión por las fichas!!

Parece que, para muchos docentes, la única forma de que un niño/a aprenda un contenido y por medio de la repetición, una y otra vez, de determinadas fichas… fichas de identificación de los números, fichas de asociación entre grafía y cantidad, fichas de cuantificadores, fichas de números… fichas, fichas y más fichas.

Repartos regulares

Aunque es cierto que cada vez somos más los maestros/as que huimos de esta obsesión, no es menos cierto que las fichas siguen abundando en nuestras aulas lo que, en mi opinión, no es sino un error terrible. No porque el niño/a no pueda o deba hacer, de vez en cuando, alguna actividad representativa, sino porque muchas veces da la sensación de que es la única tarea.

No podemos olvidar que la representación gráfica es parte del proceso de aprendizaje, evidentemente… pero por favor, no olvidemos tampoco que, para que un niño/a puede representar algo gráficamente tiene que vivirlo, tocarlo, manipularlo, comentarlo, compararlo, expresarlo verbalmente…

Ahí es donde está el peligro de las fichas, cuando se convierten en la única e indiscutible herramienta de trabajo y nos saltamos todo el proceso previo e imprescindible… Compañeros y compañeras, ¿qué tal si vaciamos nuestras clases de fichas y las llenamos de juegos?

Días de la semana

AULAS MATEMÁTICAS…

MOMENTOS MATEMÁTICOS

Tal y como planteaba al inicio de este artículo, sabemos de buena tinta que las matemáticas rodean al niño/a desde los primeros momentos de su vida. Así pues, qué mejor manera de “hacer matemáticas” que con el entorno más cercano… con las frutas o los bocadillos que traemos para desayunar, cuando repartimos el papel para secarnos las manos, cuando hacemos una fila para salir al patio, cuando le sacamos punta a los colores, cuando contamos los amigos/as que hemos venido al cole y los que se han quedado en casa…

Series

Cualquier momento, cualquier situación y cualquier material es bueno para jugar con los números, para hacer matemáticas… solo tenemos que cambiar nuestra visión y aprovechar todo aquello que nos rodea para contar, sumar (juntar), restar (quitar), comparar, clasificar…

CAMBIANDO LA MIRADA HACIA LAS MATEMÁTICAS

Tal y como me confirma mi experiencia, cuando nosotros, como maestros, vivimos las matemáticas como un juego y a través del juego, conseguimos que nuestros pequeños las vivan del mismo modo, pierdan sus miedos y temores, aprendan de sus errores y, por encima de todo, aprendan jugando o, lo que es mejor, aprendan sin siquiera darse cuenta de que lo están haciendo.

Publicado por sptartessos

La Sociedad Pedagógica Tartessos está formada por docentes interesados en modernizar la educación española.

Deja un comentario