Comisión de Estudio sobre la recuperación económica y social de Andalucía a causa de la pandemia del Covid-19 (Parlamento de Andalucía)
El pasado 6 de julio la Comisión de Estudio sobre la recuperación económica y social de Andalucía a causa de la pandemia del Covid-19, Subcomisión de Políticas Sociales, invitó a la Sociedad Pedagógica Tartessos a comparecer para exponer sus propuestas.
El Grupo de Trabajo “Coronavirus” del Laboratorio de Ideas de la Sociedad, elaboró un documento (https://bit.ly/2F8QQjr) que se remitió a la citada Comisión el pasado 19 de julio.
Dicho Grupo de Trabajo está integrado por Juan Bueno Jiménez, Daniel Molina Martín, Benito García Peinado y José Cercós Soto, coordinado por Manuel Morilla Jarén.
Basamos nuestras propuestas y sugerencias en dos ejes fundamentales:
1. Todos deberían arrimar el hombro en un acto solidario de comunidad.
Este eje no implica sólo la deseable presencia de todos los grupos políticos sino el compromiso de toda la sociedad andaluza por lograr acuerdos que puedan también trasladarse a los próximos Presupuestos Generales.
Nunca hay que olvidar que la Educación no es un gasto social, sino una inversión en I+D+I, como demuestran muchos estudios, y que – además – contribuye poderosamente a la conciliación familiar, sobre todo en las primeras etapas.
2. Necesitamos modernizar el sistema educativo.
La modernización del sistema educativo andaluz no pasa únicamente por una reforma a fondo del currículo, destacando las nuevas metodologías y el rescate de un «conocimiento poderoso» como sugiere Gregorio Luri. Todo ello, nos parece una necesidad cada vez más urgente. Necesita una revisión en muchos otros aspectos que enumeramos en este documento.
Nos centramos en dos de ellos:
1. La imposibilidad de conseguir un Pacto de Estado de Educación, hace que las Leyes Orgánicas de Educación se modifiquen con cada cambio de partido en el gobierno.
2. La percepción social de que la Educación no es un tema demasiado importante y, lo que es peor, la coincidencia de algunos partidos políticos con esa misma postura.
A continuación, fuimos desgranando nuestras propuestas y sugerencias, sobre los temas siguientes:
1. La previsible repetición de las pandemias.
La pandemia actual, a causa de la Covid19, no está superada y no es descabellado pensar que podemos volver atrás. Tampoco lo es que puedan surgir otras pandemias en el futuro. El tiempo no está dando la razón.
2. La extraordinaria reacción del profesorado, desde sus casas y con sus propios medios, ha salvado la cara del sistema. Pero esta situación no puede repetirse.
3. Dudamos seriamente de la eficacia de los Grupos de Convivencia Escolar. Creemos que es una manera de enmascarar algo que no se va a hacer: disminuir las ratios en aquellos lugares en los que es más abultada.
4. La obligada colaboración de los padres/madres y resto de familiares durante el tiempo de confinamiento, sobre todo en los primeros niveles de enseñanza, ha aflorado situaciones que han dificultado enormemente el desarrollo de la enseñanza no presencial.
La conciliación familiar, laboral y personal no es sensu stricto una competencia educativa, ni en la enseñanza presencial ni en la no presencial. Es un tema que debe abordarse también desde otras áreas de la Administración con independencia de que se utilicen los locales e instalaciones y servicios de los centros educativos para su desarrollo.
5. Se nos presenta la oportunidad de lograr dos objetivos simultáneamente: Implantar la digitalización total del sistema, de la mano de nuevas metodologías, y prevenir nuevas pandemias.
6. En los centros educativos de Infantil, Primaria y Educación Especial, las tareas de mantenimiento, conservación, limpieza y vigilancia son competencia de los Ayuntamientos. No ocurre lo mismo en el caso de los centros de Secundaria.
7. Profesionalizar las Direcciones Escolares.
La dirección escolar no debe considerarse un “cargo político” y, por tanto, debe desligarse de conceptos como “elección democrática”, “periodo de mandato”, …
Dirigir un centro educativo es una función que requiere una formación específica que conlleva competencias de liderazgo educativo, planificación y gestión, relaciones públicas, formación jurídica, etc… Esta formación requiere una formación equivalente a un Máster propio.
Asimismo, el desempeño de otros cargos directivos también requiere una formación específica, también tipo Master. En el caso de las Jefaturas de Estudio, de tipo pedagógico, de gestión de conflictos, relaciones públicas, etc… y en el caso de las Secretarías, de tipo organizativo, contable, atención al público, etc…
8. Reestructuración de las plantillas de los centros educativos.
Del mismo modo que en un hospital no hay sólo médicos, en un centro educativo no puede haber sólo maestros/profesores.
9. Jornada y Horarios.
Aunque la jornada laboral del profesorado es igual a la del resto de funcionarios, el horario lectivo es excesivo. Con lo que resta de jornada laboral no es posible atender las tareas de coordinación pedagógica, las tareas tutoriales y todo el cúmulo burocrático exigido.
10. Atención a la Diversidad y Ratios
Es importante señalar que no estamos avalando el mayor número de personal docente especialista en atención a la diversidad, por el contrario, la formación debe asumir que todo docente debe especializarse en las dificultades de aprendizaje y el tratamiento de la diversidad.
La ampliación de plantillas con más personal especialista en diversidad (PT) no es avanzar en la inclusión, al contrario, es apostar por la atención individualizada segregada, lo que sería un retroceso en la inclusión para seguir profundizando en la integración física pero no educativa.
11. Currículo.
Proponemos una educación personalizada en la que cada alumno o alumna siga un itinerario personal de aprendizaje que respete sus ritmos individuales y potencie sus capacidades ofreciendo una gama de aprendizajes competenciales que se deben completar para ir subiendo en el currículum personal.
Este planteamiento supone la eliminación del curso escolar basado en contenidos.
Debería pivotar sobre el dominio y la aplicación de metodologías que potencien la adquisición de competencias sobre la adquisición de contenidos, integrar hábitos y contenidos mucho más prácticos y útiles y menos academicistas (Educación para la Salud, Educación Emocional, cuidado del Medio Ambiente, …). y ser objeto de continua revisión, dada la velocidad de cambio de la sociedad.
12. Participación ciudadana y voluntariado.
Las nuevas metodologías abogan por aumentar la participación del entorno en los centros educativos. Experiencias como las Comunidades de Aprendizaje o el Aprendizaje-Servicio están demostrando que esa participación hacia y desde los centros es bastante provechosa.
13. Financiación
En España, el gasto público y privado en las instituciones educativas de Educación Primaria y Secundaria representó en 2016 un 3,1% del PIB y en las de Educación Terciaria, un 1,2%. Estas cifras sitúan a España por debajo de los porcentajes registrados en la media de los países de la OCDE y de la UE23 en cuanto a la Educación Primaria, Secundaria y postsecundaria no Terciaria. Este valor era inferior a la media de la OCDE (3,5%) y de la UE23 (3,2%).
Pero estas cifras varían considerablemente entre las Comunidades Autónomas. Según los resultados de la monografía ‘Diferencias educativas regionales 2000-2016. Condicionantes y resultados‘, de la Fundación BBVA y el Ivie, “País Vasco es la que tiene mayor presupuesto, 7.320 euros por alumno en 2016 mientras Andalucía se queda en 4.974 €. Esos 2.346 € anuales por alumno, marcan muchas diferencias.
En resumen, un centro educativo del Pais Vasco de 500 alumnos recibe 1.173.000 € al año más que un centro educativo andaluz. Con esa cifra, podremos hacernos una idea de los recursos que se pueden añadir.
Es posible que, en lugar de aparecer en último lugar, este apartado debiera ser el primero y todo el documento pudiera resumirse en una frase: Si no estamos dispuestos a aumentar significativamente la financiación de la Educación, sobra todo lo dicho en este documento.

