Dar clase en época de confinamiento. Las asignaturas del Covid-19

Estamos viviendo una situación educativa excepcional sin referentes válidos previos, lo que significa que la docencia está experimentando, en estos momentos, toda una aventura. Esta situación ha hecho que el gobierno intente solventar, de forma improvisada, el hecho de no continuar con las clases presenciales. Si bien es cierto que no estamos de vacaciones, no debemos olvidarnos de que, si antes eran importantes los aprendizajes competenciales, ahora lo son aún más. Es por esto por lo que pienso que debemos ser conscientes del momento que estamos atravesando y dejar de obsesionarnos (administración, familias y docen- tes) por los contenidos teóricos de nuestros niños y niñas. La teoría está en todas partes, se repasa cada año, es accesible en cualquier momento a través de libros de texto, internet, enciclopedias, profesores… Ahora es momento de poner a las emociones y competencias en el primer lugar.

Es tiempo de aprender jugando en familia: de cocinar, de limpiar, de jugar a juegos de mesa o puzles, de construir árboles genealógicos, planos de la casa, cabañas en el salón, de aprender a usar los electrodomésticos…

Si antes estaba en contra de los deberes, ahora más. No puedo entender de qué van a servir esas grandes cantidades de ejercicios mecánicos estando encerrados en casa. Necesitamos que nuestro alumnado sepa que estamos cerca de ellos, ofreciéndoles actividades creativas, esperanzadoras, divertidas… que potencien su origina- lidad, que sean útiles, que les doten de habilida- des, destrezas y herramientas para la vida real.

Para mí, que considero el juego como la herramienta pedagógica más im- portante, las artes plásticas y escénicas, la música y la educación física son importan- tísimas para dotar al alumnado de motiva- ción y destrezas, en este momento más que nunca. Hace unos años escribí un ar- tículo donde decía que estas asignaturas que antes eran las “marías del sistema” ahora estaban siendo la gran “marea” del cambio educativo. En estos momentos de indecisión ¿A qué echamos mano?: a las manualidades, a los juegos en movi- miento, al teatro, a la música, al baile … a esas artes inspiradoras que no sólo mejo- ran el sistema inmunológico y cardiovas- cular, sino que favorecen el desarrollo motor, cognitivo, emocional y cerebral que incide tremendamente en la poten- ciación de la creatividad, que motivan y modifican el estado neuronal, favore- ciendo el aprendizaje significativo.

¿Cómo desarrollo mis clases desde la distancia?

Me niego a mandar ejercicios copiosos y aburridos, creo que es lo que menos necesitan ahora los alumnos y alumnas.

Estoy  manteniendo  comunicación  diaria con las familias y el alumnado del centro. En la plataforma de Classroom y en mi blog educativo les cuelgo tareas y enlaces para trabajar, a través de juegos  online,  diferentes  contenidos.  Intercambiamos audios y vídeos para hablar con ellos y ellas, para vernos. He creado un prezi con actividades divertidas relacionadas con todas las áreas, también he diseñado roscos de pasapalabra vir- tuales para que jueguen y repasen los contenidos que habíamos trabajado en clase. Paralelo a esto, a diario les envío retos relacionados con distintos contenidos para que investiguen, hagan ejercicio físico, elaboren manualidades… También les grabo videos explicándoles anatomía disfrazada de esqueleto o les envío libros en pdf para leer un fragmento cada uno y hacer un audio-cuento entre to- dos. Les he pedido que se echen fotos imitando cuadros de autorretratos de pintores importantes, han diseñado roscos de pasapalabra en casa para jugar en familia a repasar los contenidos trabaja- dos en clase, les he invitado a que toquen la can- ción “Quédate en tu casa” con la flauta, les he

retado a hacer pelotas malabares y aprender a manejarlas, a grabarse bailando trozos de cancio- nes y entre todos formar un videoclip o a cocinar recetas saludables. También les he propuesto que realicen retos que quieren que yo haga (de ma- nualidades, disfraces, deportivos…). A diario segui- mos grabando nuestro programa de radio con di- ferentes secciones. Esto permite que lean a diario, escriban y redacten su sección y estén en contacto con el resto de sus compañeros y compañeras. Ahora nuestra radio “Otra escuela es posible: la del cambio” se llama “Radio encerrona”. Recibi- mos audios de niños y niñas de otros colegios y también participan las familias.

A las familias les envío a diario recursos para estos días: cuentos digitales, películas educa- tivas para trabajarlas en familia, enlaces a activi- dades divertidas, manualidades originales o expe- rimentos.

Somos muchos profesores y profesoras los que, desde diferentes rincones de España, esta- mos poniendo al servicio de las familias un amplio abanico de recursos educativos divertidos a través de las redes sociales. Con esta finalidad surgió el movimiento de maestros #AdoptaUnMaestro que ofrece actividades educativas dinámicas, diverti- das y amenas para las familias. Un proyecto que partió de la idea inicial de la maestra Irene Alegría y al que le seguimos otros dieciocho maestros y maestras. Los docentes que formamos parte de esta iniciativa realizamos/compartimos nuestra actividad educativa, la cual va dirigida a las fami- lias, niños/as y otros docentes que quieran nu- trirse de los recursos que proponemos, que tienen como nexo común el trabajo desde la situación emocional, actual o futura, de los niños y niñas, así como el respeto a los derechos de la infancia.

Por ello, ofrecemos actividades-recursos lúdicos, creativos, manuales… para llevar a cabo el proceso de enseñanza-aprendizaje a través del juego o de tareas que fomenten la creatividad e impulsen al niño/a a potenciar su imaginación.

A diario planteamos actividades o colga- mos vídeos nuestros retando a los niños/as a rea- lizar cometas u otras manualidades divertidas. Hace poco hemos realizado un vídeo para denun- ciar la violencia sufrida en las casas durante la época del confinamiento “Ante la violencia, educación”.

Familias y profesores hemos de entender que estamos confinados por un problema de salud mundial, que no son vacaciones y que lo mejor que podemos hacer por nuestros niños y niñas es pro- porcionarles una rutina clara, pero esa rutina debe ser flexible. Hay que plantear tareas con una finalidad adecuada, que permitan al alumnado resol- ver dudas con el docente y tener un feed-back rápido; tareas que supongan  retos alcanzables desde la distancia, pero que no dañen la motivación y la esperanza; tareas con más calidad que cantidad. Si algo está demostrando esta horrible experiencia, es que la enseñanza es contacto, es emociones vividas junto a los otros, experimenta- ción en compañía. Si teníamos dudas de si en algún momento la tecnología podría sustituir al do- cente, ya no hace falta imaginar una escuela futura para saber que no hay nada que pueda sustituir la presencia, el contacto, los abrazos y las miradas cómplices de un maestro con sus alumnos. Como leía en estos días en un artículo, no se puede sus- tituir lo humano, es cierto que es la tribu la que educa. Está claro que las teorías están por todas partes, pero las emociones que se viven en la escuela, no. He ahí el privilegio de no ser un robot. Ahora más que nunca afirmo que por apuntes no se puede enseñar a vivir. La escuela del cambio, esa que perseguimos muchos locos empeñados en despeinar el sistema, debe ser la que se centre en poner toda la innovación al servicio de la inteligencia emocional. Lo que más echo de menos en estos días es el contacto físico con mis niños, esas sonri- sas que hablan sin decir ni una sola palabra. Por esto, es ahora cuando, sin ningún tipo de excusa, debemos mirar con ojos de niño y de niña, ¿qué nos gustaría recibir de nuestros maestros en una época de incertidumbre? Cariño, mucho cariño y cercanía. Un contacto virtual y empático diario.

En estos días, evidentemente, cada familia deberá trabajar las actividades que los maestros y maestras de sus hijos propongan, pero a pesar de eso podrán utilizar muchos recursos digitales que les faciliten esta labor y les ayuden a organizar su tiempo en familia:

  • Trabajar las emociones, para que sepan reco- nocerlas y gestionarlas. Podemos utilizar cuentos, cortos educativos, canciones, pelícu- las, manualidades o dibujos.
  • Blogs educativos y recursos digitales (kahoot, cubo de realidad aumentada “merge cube”, fichas con código QR de ani- maciones en 3D de dibujos coloreados…)
  • Plataformas como www.educaplay.com
  • Juegos de mesa
  • Puzles y/o cubo de rubik
  • Juegos de antes (el yoyó, gallinita ciega, po- llito inglés, el juego de las sillas y la música, las cartas, las tres en raya, el dominó, veo- veo)
  • Cocinar en familia
  • Hacer manualidades
  • Bailar, cantar, jugar al karaoke
  • Ver películas educativas y debatir de forma oral
  • Hacer trucos de magia
  • Trabajar la relajación
  • Hacer retos en movimiento
  • Leer cuentos en familia
  • Interpretar teatros en familia
  • Hacer desfiles de disfraces
  • Fabricar marionetas, malabares o instrumen- tos musicales
  • Elaborar un rosco de pasapalabra y jugar con los contenidos de clase
  • Escuchar música
  • Hacer experimentos
  • Recitar poesía, trabalenguas o adivinanzas
  • Hacer un cómic
  • Grabar y rodar cortos caseros en familia
  • Llamar por teléfono o hacer video llamadas a familiares y amigos
  • Salir al balcón para hablar, jugar y aplaudir con los vecinos
  • Grabar audio-cuentos
  • Echarse una foto con animales en 3D con la aplicación de google

Es tiempo de creatividad, de vivir sin prisas, de reciclar lo que tenemos por casa para construir cosas divertidas, de disfrutar en familia, de valorar… porque ahora “menos” es “más”.

Ojalá que después de todo esto extraigamos también algunas reflexiones para mejorar el sistema educativo. Quizá no haya que separar la diversión del aprendizaje. Quizá al ofrecer un am- plio abanico de posibilidades para que el niño/a se desarrolle de forma integral, en lugar de apagar estrellas, las hagamos brillar.

Publicado por sptartessos

La Sociedad Pedagógica Tartessos está formada por docentes interesados en modernizar la educación española.

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